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02/29/2016 / José Quintás Alonso

Maltrato institucional a varones heterosexuales inocentes.

A finales de los años 60  y principios del los 70 (siglo pasado) se vivían los años finales de la dictadura. Como un recuerdo, conservo un ejemplar del que adjunto cuatro fotografías.

FL1 FL2 FL3 FL4

 

La organización que editaba y distribuía el Manual plateaba unas pautas de actuación para eludir, en la medida de lo posible, la acción policial. Ha cambiado mucho España desde entonces hasta este febrero de 2016…pero siguen habiendo manuales: Ahora me encuentro con este Manual para varones heterosexuales maltratados institucionalmente. ¿Por qué existe?. Porque hay maltrato institucional a varones heterosexuales inocentes.

DenunciasFalsas

MDF1 MDF2 MDF3 MDF4

Como se pone de manifiesto es  un manual para la victima de denuncia falsa por violencia de género.

Ruego se observen estos Datos de personas enjuiciadas y condenadas:

AÑO Personas Denunciadas Personas Enjuiciadas Personas Condenadas Condenas

Por 100 denuncias

2006 19.988 15.988
2007 126.293 20.600 16.357 12,9516284
2008 142.125 23.077 18.056 12,7043096
2009 135.540 22.756 17.437 12,8648369
2010 134.105 21.368 16.268 12,130793
2011 134.002
2012 128.543
2013 124.894

Fuente: Consejo General del Poder Judicial.

Fuente: Instituto de la mujer.

Tomo los datos 2007-2010 y el grafico resultante es  este:

Grap1

Llamo la atención del lector/a de que ambos hechos son incoherentes y revelan, a mi parecer, que no se sabe que ocurre ni por qué ; salvo que caminemos realmente hacia un Estado SCUM dónde ser varón y heterosexual es sospechoso Y si tiene relaciones afectivas con mujer, pasa directamente a ser culpable[1] ante denuncia; en el entorno descrito, no casarse es claramente insuficiente.

Puede decirse que el hecho de que alguien sea enjuiciado y no condenado, NO implica que sea inocente, si no que NO ha podido probarse fehacientemente su culpabilidad. Esta frase es terrible y ya ha sido objeto de debate en el pasado. Es posible que alguna persona culpable quede libre, pero se prefiere a que muchos inocentes sean condenados: in dubio pro reo.

En España, vigente la actual versión de la LIVG, la situación actual no es “in dubio pro reo”, si no justamente la opuesta pues a la persona denunciada se le aplican cautelarmente las medidas de culpabilidad PERO, en cifras cercanas al 85% de los casos, queda sin enjuiciar.

Cabría preguntarse si un alto porcentaje de las personas que interponen denuncias por malos tratos están inmersas en procesos de separación, buscando de este modo apartar a la pareja de los bienes, de los hijos o de ambos.

Esta sería una forma directa de la influencia creciente de la LIVG en los divorcios, pero NO la única pues también se manifiesta su influencia en las medidas cautelares de los procesos contenciosos SIN denuncia por Violencia de Género, dónde el juez/a tiene una discrecionalidad muy amplia y, actualmente, puede diseñar un largo camino , superior a los dos años, que lleve a la destrucción del varón. En este punto, todas las madres heterosexuales de esos varones, también son maltratadas institucionalmente.

Sobre la nieve cae la nieve.

Estoy en paz.

Taneda Santôka (1882-1940)

[1] En 2004, Congreso y Senado del Reino de España, aprueban la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integran contra la Violencia de Género (LIVG), que en su Art. 1 dice: “La presente Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.” El legislador no utiliza expresiones similares a “se podrá ejercer” o quizás “se ejercerá, en su caso,”… No; dice: “se ejerce”. Así pues los legisladores afirman que, todos los varones españoles que sean o hayan sido cónyuges de mujer o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aún sin convivencia, ejercen discriminación, relaciones de poder, relaciones de desigualdad y, en fin, violencia tipificada como de “género”. Esta situación Me parece increíble y que se llame «progresista» es algo absolutamente surrealista.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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