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03/18/2016 / José Quintás Alonso

Me parece que el fascismo de izquierdas campa a sus anchas.

Cuando yo era joven, allá por el 1968, los universitarios hacíamos Asambleas en las que se tomaban decisiones.

En ocasiones aparecían otros jovencitos organizados, para reventar las Asambleas; creo recordar que pertenecían a la organización A.U.N; de forma que los convocantes de las Asambleas tuvieron que organizarse y se configuraron piquetes de defensa; ¿Quién los configuraba?: el “sunsum-corda”.

A todo esto, las citadas reuniones podían ser disueltas por la policía Nacional sin más problemas; desde luego, la gente que ejercía de mesa –palabras y otras tareas- no solía estar en la mesa (es bien cierto que la social ya los conocería!).

Pero a lo que voy: las Asambleas podían ser interrumpidas por los fascistas.

Ya desde hace años (siendo presidente de gobierno Felipe González, se puso de moda la vieja costumbre facha: interrumpir las conferencias, mítines, actos que otros organizaban… el propio Felipe, fue interrumpido…o esta señora que fundo UPyD también…). Para más burla, ahora, las conferencias, reuniones…cumplen los requisitos legales, tienen todos los permisos.

Los fachas cabalgan de nuevo, ahora son de izquierdas, pero tan fachas como los de AUN. De lo anterior no se deduce que todo aquel o aquella que “sean” de izquierdas, exhiban un comportamiento similar al descrito; dicho de otra manera: hay fascistas agresivos (varones y mujeres) en la “derecha” y en la “izquierda”, pero por supuesto no todas las personas que se autoincluyen dentro de las tribus sociológicas de “derechas o izquierdas” son tan intolerantes como para prohibir a los demás que hagan sus conciertos, asambleas, actuaciones, conferencias…Todos los fachas son seres humanos, pero no todos los seres humanos son fachas, lo que, para mi, es un alivio.

El nuevo fachita ve una convocatoria que no le gusta, pues va a reventarla y a ofender a los que allí estén, impidiendo además  hagan lo que deseaban hacer.

Algunos jueces, sin duda pasados de “rosca” o “Maduros”, privilegian el “derecho” a la libre expresión de los nuevos fachas, sobre el de los otros ciudadanos/as; estos jueces son la punta de lanza del nuevo “régimen” y son una buena razón para exigir que los jueces no estén aforados.

Desde luego, ya se que aplicar el calificativo de “fascista” está sacado de contexto histórico, pero no soy yo quien lo he sacado pues la pretendida “izquierda” está plagada de personas que utilizan impropiamente el adjetivo de forma que, usualmente, salvo el que lo dice y sus amiguitos y amiguitas, el resto del mundo son “fascistas; así, me tomo la licencia. No obstante, señalar que prefiero el término “autoritario” que permitía distinguir, por ejemplo, a los “comunistas libertarios” de los “comunistas autoritarios”; pero esto es muy complicado para algunas mentes actuales, para algunos miembros de estas generaciones sobradamente preparadas.

Quizás el documento más temprano, breve, lúcido y certero que conozco es el de Angel Pestaña.

 

AngelPestaña

 

Acabo este post poniendo velas para que aquellos que ven sus actos interrumpidos por las camadas de nuevos fachas, se organicen y formen piquetes de defensa de dos tipos, a saber:

  1. Como estamos en un Estado de Derecho, para denunciar inmediatamente a los cachorros y cachorras de la hidra fascista; para esto se precisa una mínima infraestructura, incluidos medios económicos.
  2. Como estamos en un Estado de Derecho, para repeler la agresión concreta formando un cordón y aislando a los atacantes, respondiendo a sus gritos y agresiones y, por supuesto, llamando por teléfono inmediatamente a la policía nacional y local.

Repito: Los fachas cabalgan de nuevo, ahora son de izquierdas, pero tan fachas como los de AUN.

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