Mafia protegida.
En ocasiones, las actuaciones que se hacen con un fin…sirven para otro muy distinto. Por ejemplo, el Congreso de los Diputados puede aprobar una Ley que proteja a sus señorías de la persecución ideológica o de los posibles excesos que el Gobierno de turno estuviera tentado de cometer para «cerrar» la boca a este o aquel Diputado (normalmente de la oposición, también de turno).
Los Parlamentos autonómicos pueden ponerle más azúcar al pastel para garantizar la Libertad de expresión…etc…de sus Señorías.
Pero para lo que en realidad está sirviendo es para que determinados individuos de un amplio espectro político, no comparezcan ante el juez por presunta participación en delitos comunes (como robar dinero de los impuestos).
Lo que se creó para un fin (fin que vendrá especificado en el Preámbulo y será la justificación de la Ley), se utiliza para otro.