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01/01/2014 / José Quintás Alonso

Capuchino

Este Diciembre del 2013 estaba en Zaragoza y visité una iglesia que está cerca del Parque Grande y del parque Pignatelli. La cuestión es que pocas cosas sabía de ella y menos aún me atraían de su construcción pero, como tengo recuerdos, entré. Lo cierto es que para mi Capuchino era, principalmente, un tipo de café, así que cuando vi un pequeño folleto que hablaba de «capuchinos» lo tomé.

Capuchino-1

Ciertamente, pienso que es un buen «producto» -sin que sea demérito- de marketing (desconozco los siguientes pasos de la campaña, si es que la hay, si es que existen).

Capuchino-11

Me encanta que acuden al convencimiento, diálogo, compromiso personal…y que no hay votación alguna por la que me obliguen los resultados.

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