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04/16/2014 / José Quintás Alonso

Hembrismo.

12-anos-esclavitud-d

Esta película está basada en hechos reales; lo que le ocurrió a Salomon, protagonista de la historia, es increíble y terrible. Creo que está bien interpretado y que muestra con acierto los efectos de leyes discriminatorias. En aquellos tiempos y en aquel lugar, si eras blanco/a te aplicaban una Ley y si eras negro/a otras. Las personas blancas retratadas, hombres y mujeres, no salen muy bien paradas del dibujo…pero posiblemente era lo más abundante en aquel momento, era la “moda” estadística en el Sur…recordemos que a EEUU le costó una guerra civil abolir la esclavitud y mantener el Estado unido.

En la película hay un personaje que me cae particularmente bien; un carpintero canadiense y blanco que tiene ideas en favor de la abolición de la esclavitud y que le hace un gran favor a cambio de nada.

En fin, poco divertida, pero una película para ver, premiada y, creo, que con recorrido en el tiempo.

We Can-Women

Al hilo de leyes discriminatorias, pienso que debe analizarse con detenimiento la denominada, y vigente en España, Ley de Medidas de Protección integral contra la violencia de Género (cuya efectividad para reducir los asesinatos cometidos por algunos hombres -los asesinos en este caso- contra alguna mujeres -las victimas en este caso- parece ser irrelevante…en fin, para que recurrir a buscar correlaciones, al análisis multivariante y al  de caminos habiendo ideología y fe en el mando!). Me planteo dos preguntas sencillas:

  1. ¿Pueden acogerse a ella mujeres, varones y miembros de las diversas parejas contempladas en nuestro ordenamiento jurídico?
  2. ¿Se castiga       de la misma forma conductas o hechos si son cometidos por un varón o una mujer?

Si la respuesta son dos negaciones, entiendo que esta Ley ha de ser reformada; o en su caso eliminar/modificar el Art 14 de nuestra Constitución, dado que no somos iguales ante la Ley por razón de nuestro sexo.

Si la respuesta son dos negaciones, entiendo que alguna Asociación acudirá a los tribunales europeos para denunciar la vulneración de nuestra Constitución por una Ley de inferior rango. En este sentido, opino que una Constitución de la UE será una salvaguarda para todos y todas las ciudadanas y ciudadanos del Viejo Continente.

El ambiente que conozco superficialmente en los juzgados de familia, ante un divorcio normal y sin que media acto de violencia domestica alguna, asignan en las medidas cautelares la “guarda y custodia” de forma sistemática a la mujer, se la discriminación positivamente mediante la utilización exclusiva de la vivienda familiar…etc. Esta situación es absolutamente discriminatoria para el varón por serlo.

La situación actual carga de significado la sugerencia a la RAE sobre la introducción de vocablos nuevos, por ejemplo:

  • Hembrismo.Actitud de prepotencia de las mujeres respecto de los varones.
  • Masculinismo: Movimiento que exige para los hombres iguales derechos que para las mujeres.

Mi experiencias es que, en general, hoy día y en Europa, EEUU, Canada…una mujer puede hacer aquello que se proponga ( siempre parto de una exigencia y aptitudes normales para el desempeño). Pueden hacer Físicas ( como Maribel o Carmina), pueden hacer Exactas ( como Marisol), pueden investigar y tocar el piano (como Clara), pueden tocar el violín o ser directoras de orquesta, ser maestras ( como Merce o mi abuela Aurea), ser cocineras o jueces, políticas o sanitarias…De la misma forma que las mujeres han demostrado que pueden hacerlo, los hombres, también hemos demostrado que podemos hacerlo…¿o no?. ¿ No limpiamos la casa, cambiamos los pañales, damos el biberón, llevamos y recogemos del cole, llevamos al médico, orientamos los deberes del cole…etc?. Ni que decir tiene que desde hace mucho tiempo los señores han demostrado que pueden ser mineros, pescadores, canteros, médicos, ingenieros, músicos, barrenderos, informáticos…etc. Los hombres, en su totalidad, no somos inferiores a las mujeres. Las mujeres, en su totalidad, no son superiores a los hombres. Y al revés.

De forma que entiendo que la situación normal sería un hombre y una mujer bajo la misma leyenda: “We can do it!”.

Helen Fisher acaba su libro “El primer sexo” con estas palabras:

“Pienso que este mundo eliminará las categorías de primer y segundo sexo. Poco a poco iremos avanzando hacia una sociedad en la que se fomentará una verdadera colaboración, hacia una cultura global en la que se entenderán, se valorarán y se emplearán los méritos de ambos sexos. Puede que el siglo XXI sea el primero de la era moderna que verá a ambos sexos trabajar y vivir como iguales…”.

Así sea.

De forma que, según mi parecer, sobran, tanto el Machismo residual como el Hembrismo rampante e institucionalizado.

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