Abizanda.
De AINSA a BARBASTRO, desviándote un kilómetro, llegas a Abizanda. Te lo recomiendo. Podrás ver un museo sobre diversos tipos de creencias que los humanos hemos tenido y tenemos, podrás ver la torre defensiva. Ambas instalaciones están contiguas y la entrada (1,50 euros) es común.
El museo de “Creencias y Religiosidad popular”, es interesante. Tienes tres ejes temáticos: Protección de la casa, del individuo, de la comunidad. Hay alrededor de 8.000 piezas de originales de las dos vertientes pirenaicas.
La torre es una construcción pasiva militar, puramente defensiva; románico lombardo, siglo XI.
En la plaza está el restaurante La Atalaya, dónde podrás reponer fuerzas. Si no me falla la memoria allí estuvo, regentándolo – y le ayudaba al menos ese día, su madre-, AJO, nombre “artístico” de la autora de diversos libros de “Microrelatos”. La última vez que pasé, lo regentaban otras personas. Buen ambiente, atmosfera relajada, bien de precio, pequeñito.
Abizanda bien vale una visita. Ya lo creo.
AJO: De micropoemas 2:
Esto supera la ficción,
debe de ser la realidad
La vida es así,
me la estoy
inventando yo.
Epitafio
Otra cosa que tengo hecha.
Perdona por pedirte peras,
no sabía que eras un olmo.
Al amor le pido
más de lo que tiene.
Y a la vida más
de lo que da.
Se podría decir,
y de hecho no sé yo
que no se diga,
que estoy equivocada
de par en par.
Siempre creí
que ne me quitte pas
quería decir
“déjame en paz”.
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