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05/06/2020 / José Quintás Alonso

Descender a lo cotidiano…

Estimado amigo, referente a lo que me escribías en tu última, pienso que debe descenderse a lo cotidiano; así, sin energía eléctrica debería de acostumbrarme a:

  1. Subir y bajar al décimo andando; es decir, pisos altos: kaput
  2. Leer con la luz del sol y lavar ropa a mano, secar al sol
  3. Allioli a mano y conserva de alimentos en la alacena; Debería de buscar otro uso para la placa eléctrica, el horno y la extractora… La cafetera no, por favor
  4. Este PC (¿maquina de escribir manual?, adiós a Wikipedia, Facebook, Email, Whatsup…?)
  5. ¿La batería guarda “energía eléctrica”?. ¡El móvil! Agggggggh! ¿Y el pollo al ast?
  6. ¿Alumbrado público de gas? ¿Deben considerarse también las baterías de los automóviles, patinetes…?. Motor de arranque a manivela… A dar cuerda al reloj…
  7. Aviones, portaviones… los modelos variarían bastante con respecto a los actuales
  8. Cuchillos, tijeras, hachas…subirían de precio… Volveríamos a usar la rueda de afilar

Pero tranquilicémonos: sabemos producir energía eléctrica utilizando la luz solar, el viento, el agua… Y está el

ITER…

En otro orden de cosas y gracias a la Wiki, parece que en 1880 se patenta la bombilla eléctrica; no hace tanto. Personalmente no quiero volver a 1870 o a 934; ¿y tú?

¿Puede vivirse sin energía eléctrica? Si: vivieron muchos años, siglos y siglos sin ella. Me dices que otro mundo es posible y te digo que “por supuesto”: ¡solamente hay que mirar atrás!; ahora bien: ¿Deseo vivir sin energía eléctrica? Rotundamente NO.

Adiós, un fuerte abrazo

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