Priorizar los derechos
Habíamos cerrado las puertas de la agrupación, pues hacía frío, cosa normal en esta época del año. Allí estábamos los tres abuelos sentados en torno a una mesa larga que, cuando había asamblea, presidía la sala; la estufa de gas butano y cuatro cuadros con líderes del siglo pasado completaban, junto con sillas apiladas, la decoración. Hoy el objetivo era simple: mantener abierto el local y, si venía alguien, atenderle. Habíamos establecido un turno rotatorio entre los miembros de la ejecutiva y procurábamos seguirlo. Después de ratos de conversación sobre temas varios, Francisco plateó lo que sería el tema con enjundia de la tarde, y hago un resumen aproximado que espero que me sirva para una redacción posterior; si estamos de acuerdo, lo presentaremos a debate y, ¿quién sabe?, a lo mejor acaba siendo aprobado en un Congreso y siendo parte de un programa.
—Creo que es preciso priorizar derechos y deberes. ¿Qué opináis?
—¿Por qué?
—Eso ya estará hecho.
—Pongamos un ejemplo: el botellón.
—Hay personas que lo ven atractivo por la sencilla razón de que los hacen.
—Hay personas que no lo ven atractivo porque lo sufren: no los dejan dormir.
—El que va de botellón hace uso de su derecho a usar la calle, cuando y donde quiere, y de su libertad para estar con sus amistades bebiendo, a un precio barato y ante la falta de locales abiertos.
—Para ponerse hasta el culo de bebidas y sustancias varias…
—Eso es problema de ellos, son mayorcitos…
—El Ayto. debería de poner una solución que permitiera a unos el botellón y a otros dormir.
—Pienso que ya lo han intentado: los botellódromos; no me digáis por qué, pero pienso que la idea no ha cuajado.
—El derecho al descanso es algo primario y no creo que emborracharse y molestar a los demás sea un derecho.
—Los Aytos. hace ya tiempo ordenaron y dieron licencias a bares, discotecas…
—Las bebidas son muy caras en los establecimientos que citas.
—Habrá que subvencionar el botellón.
—Brrrrrrr, ¡qué frío!
—Cuando el grajo vuela bajo…
—¡Hace un frío del carajo!
—Una pregunta: ¿estamos analizando el problema? ¿Estamos construyendo algo? ¿Estamos defendiendo unas posturas preconcebidas? Caray, ¡hay métodos para analizar problemas? Por ejemplo, el método analítico Jerárquico de Saaty que nos enseñaron en el curso de formación del partido, sin perder de vista todo el trabajo de Jay W. Forrester y los sistemas dinámicos.
—En lo que planteamos hay varios derechos: circular por la calle; consumir bebidas; descansar; hacer ruido mediante aparatos, gritando, cantando; concentrarse en grupos…
—Hacer ruido no es un derecho que yo sepa; se está en contra de la contaminación acústica: hace tiempo que los talleres, fábricas… están en los polígonos.
—Me desvío un poco del tema, pero me pregunto: si un partido en el Gobierno municipal no puede solucionar el problema del botellón, ¿cuál será su papel en, por ejemplo, la lucha contra el calentamiento global?
—Ya se sabe: si no puedes lo menos, seguro que puedes lo más.
—Es al revés.
—¿Serán más los del botellón que los que desean descansar? Es decir, ¿se trata de captar el voto joven?
—Intentemos priorizar según la importancia los derechos que hemos enumerado: circular por la calle, consumir bebidas en la calle, descansar, concentrarse en grupos… En realidad, y no deseamos un toque de queda, circular por la calle debe estar permitido y no de forma individual; de la misma forma, descansar, dormir, ha de ser posible, y para ello hay una normativa respecto al ruido ambiental.
—En realidad, en este caso, no se necesita priorizar, simplemente cumplir la normativa. Es obvio que para lograrlo hay actuaciones que facilitan y otras dificultan; por ejemplo, caminar por la calle a las 3 de la mañana un grupo de cinco personas debe estar permitido (que vayan generando ruido NO debe estar permitido), pero si no cierras los parques a una hora determinada, puede ser que en cada banco se sienten cinco personas y, si pueden consumir bebidas alcohólicas, ahí se formará un botellón. De forma que lo racional es evitar las ocasiones.
—En este caso puede decirse que el derecho al descanso es prioritario sobre el derecho a usar los parques públicos y el material en él contenido.
—El derecho al descanso es prioritario a los derechos de tener abierto el bar, terrazas, música, gritar… Hay actividades que en el mismo entorno y tiempo no son compatibles. Lo sorprendente es que sea el Ayto. el que dé las licencias.
—Lo descarado.
—Efectivamente: las IDE tienen un horario; no es nada extraordinario.
—Sí, parece que, para permitir descansar a los vecinos, no es preciso priorizar derecho alguno, dado que hacer ruido no es un derecho y dado que existen horarios para las instalaciones públicas.
—No dejar dormir a las personas es una tortura y tiene consecuencias sobre la salud importantes.
—¿Pero hay que priorizar los derechos o no?
—Los derechos y los deberes.
—Sí.
—Por supuesto.
—Moisés ya sabía que había que priorizar y por eso escribió por orden los diez mandamientos.
—Estoy buscando en el móvil y… ¡no hay una lista priorizada de derechos humanos! Me parece increíble…
—No digas chorradas; seguro que esa lista priorizada está en la web de la ONU.

Debe estar conectado para enviar un comentario.