Nimiedades.
El miércoles, mi interlocutor me dice que un amigo -docente en la Universidad- está cansado pues no comprende que alumnos de cuarto tiren bolitas de papel a otros estudiantes, hagan como un tirachinas con el sujetador de la que está delante… No contesté, no dije algo.
El jueves, subo en el ascensor con dos estudiantes que comentan que como les agrada la física del sonido, como van a echarse a dormir hasta la hora de la comida y como, warning!, han tenido una clase con un profesor «pasota» que les ha venido a decir que pueden entrar a case cuando quieran, salir cuando quieran, hablar por teléfono cuando lo deseen…pero no pueden «fastidiar», por ejemplo hacer ruido con las sillas…etc. Me llegó mi piso y me bajé.
Nimiedades que revelan un presente banal. ¿ Algunos profesores «quemados» por una situación imposible y algunos alumnos con el síndrome de Peter Pan?. En ambos casos, preferiría no haberlo oído; No sería difícil de lograr; por un lado, pedir a los amigos que no me cuenten historias deprimentes, por otro lado…¿no puedo esperar a subir solito en el ascensor?.
Nimiedades.