Deseo de poder y ambición
Parece ser que Tucídides en la “Historia de la guerra del Peloponeso” afirmaba que “la perversidad en todas sus formas se instaló en el mundo griego a raíz de las luchas civiles”; continua Antonio Penadés, autor del artículo «Grecia devastada»:
“Los líderes facciosos, en muchos casos los espíritus más mediocres, utilizaban atractivos argumentos –igualdad para todos, en el caso de los demócratas; gobierno moderado de los mejores, en el caso de los oligarcas- que pronto se revelaron como falaces consignas que escondían abyectos proyectos particulares. Tucídides condena este tipo de conflictos y culpa a ‘personajes ambiciosos que traicionaron por conveniencia cualquier compromiso cívico y se perdieron en la lujuria del poder’. Afirma también que la audacia irreflexiva pasó a considerarse lealtad al partido, la vacilación prudente se interpretó como cobardía disfrazada y la moderación se vio como una máscara para encubrir la falta de hombría. Los partidos políticos no obraban con vistas al beneficio público, si no al servicio de la codicia. La causa de todos los males era el deseo de poder y la ambición; y de estas dos pasiones, cuando estallaban las rivalidades del partido, surgía el fanatismo. Algo que, añade, sucederá mientras la naturaleza humana siga siendo la misma”.
En fin, hablamos del 400 antes de Cristo.
El artículo puede leerse en National Geographic (Historia. Nún 155. Grecia devastada. Antonio Penadés) y allí se encuentra la referencia a la edición utilizada de la obra del historiador citado(Historia de la guerra del Peloponeso. Tucídides. Gredos. Madrid,2000)
¿Qué pienso?. Parece que fue hoy o mañana.
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