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12/16/2012 / José Quintás Alonso

Jane Teller y Jorque Manrique.

Ya saben que Nada de Janne Teller me impactó, también de mi discrepancia con su criatura Anthon que decía algo así:

Nada importa.

Hace mucho que lo sé.

Así que no merece la pena hacer nada.

Eso acabo de descubrirlo.

J Teller nació en el 1964; dentro de poquito cumplirá 50 años.

Hoy someto a su consideración  a otra persona, Jorge Manrique que hablando en primera persona decía, entre otras cuestiones:

Los placeres y dulzores

De esta vida trabajada

Que tenemos

No son sino corredores

Y la muerte, la celada

En que caemos.

No mirando a nuestro daño,

Corremos a rienda suelta,

Sin parar;

Cuando vemos el engaño

Y queremos darla vuelta,

No hay lugar.

Jorge Manrique nace en 1440 y en 1479 muere tras ser herido de una lanzada en el asalto al castillo de Garcimuñoz.

Y como les decía, pesamos en ello, ayer y hoy. Ayer y hoy, mayoritariamente, bien sea por el huerto, la montaña y el mar, los pájaros, ayudar a aquellos, fastidiar a los otros, la colección de sellos, la familia, saltar más, Dios, los bosones, la música, la literatura, los espacios de Hilbert, …que se yo…optamos por quedarnos mientras podamos.

Ya Jorge Manrique, encuadrado en  un ambiente de poesía caballeresca y amorosa,  decía en las mismas coplas:

¿Qué se hicieron las damas,

Sus tocados, sus vestidos,

Sus olores?

¿Qué se hicieron las llamas

de los fuegos encendidos

De amadores?

¿Qué se hizo aquel trovar,

Las músicas acordadas

Que tañían?

¿Qué se hizo aquel danzar,

Aquellas ropas chapadas

Que traian?

Al lmismo tiempo, recuerdo «Crimen y Castigo»,  «Los hermanos Karamázov» ambas de F. M.  Dostoyevski. Es un tema que toca cada generación; así, una y otra vez.

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