Mazobre, Yermo…
5 de Noviembre de 2014. La noche anterior había nevado. Los tejos de Tosande seguían esperando o al menos permanecían configurando, para mi, una especie de templo engalanado con las hojas de las hayas y los robles; ya digo: es noviembre.
Al día siguiente constato que el Espiguete es inaccesible para mi; en primer lugar lo desconozco, en segundo lugar las descripciones, con nieve, aconsejan piolet, crampones y competencia técnica para seguir la arista en invierno.
Aunque se que las recomendaciones son para prevenir y no curar…no me arriesgo. Lo veo precioso y peligroso. Comienzo la senda a Mazobre y llego a la cascada.
El refugio.
En Yermo, curioso pueblo cántabro, está Santa María de Yermo. Igual que Sta María de Elines o Cervatos…imprescindible. Allí, un experto en románico, durante dos horas y media, me explicó su hipótesis. A raíz de su amable y desinteresada aportación me he unido a Amigos del Románico.
El increíble, el “Bosque fósil”.
Fundación de Santa María La Real. ¡Qué trabajo, que fondo, que introducción en audiovisual!.
Hay más, pero esto es lo fundamental.
Y … hasta pronto Cervera y Pisuerga.
Cómo decía Bashö:
Llegué hasta aquí
Y todavía estoy vivo:
Tarde de otoño.