El pánta kalá cambia al variar el entorno social, en el tiempo… en mucho tiempo…
Dicen en el texto anexo:
El pánta kalá, que Homero y Tirteo reservaban para el guerrero caído en combate en la flor de su juventud, llega a ser, en el caso de Simónides, el pánta kalá aplicable en todos los casos en que el personaje glorificado, sin ser “irreprochable” –lo cual es sólo pertenencia de los dioses–, no tiene nada de aiskhrón que le sea imputable de manera personal: “Todo es bello, allí donde ninguna vileza viene a mezclarse”.
Situaciones de hace unos 3.000 años….
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